Guerra luso-leonesa (1130-1137)

En 1130, Alfonso Henríquez decidió aprovechar el reciente conflicto entre León y Navarra para llevar a cabo un ataque organizado sobre Galicia.

El rey Alfonso VII al estar ocupado en suelo navarro, tuvo que enviar un comunicado a los nobles gallegos con tal de que se debían ocupar de formular una defensa organizada para frenar los ataques lusos sobre su territorio, sin embargo, debido a discordias y conflictos internos, muchos nobles gallegos renunciaron a su fidelidad hacia Alfonso VII para unirse a la iniciativa conquistadora de Alfonso Henríquez, lo cual hizo posible que Alfonso Henríquez saliera ileso de sus campañas.

[4]​ La guerra reanudó en 1132 y no fue hasta 1135 que cesaron las nuevas campañas lusas en Galicia.

De allí huyó y se refugió en Portugal, siendo acogido por Alfonso, quien le cedió varias tierras.

[5]​ En 1137, el rey de Navarra murió y le sucedió en el trono García IV, quien se negó a rendir lealtad al emperador Alfonso VII y así estalló la guerra entre ambos.

Alfonso aprovechó la oportunidad para establecer una alianza con García VI y así invadió una vez más Galicia.

[1]​ Galicia se encontraba casi en su totalidad ocupada por las fuerzas lusas hasta que Alfonso recibió noticias alarmantes desde el sur: amenazados por los ataques de Paio Guterres, los musulmanes, comandados por Esmar, se disponían a atacar Leiria.

[1]​ La nobleza gallega, sin embargo, se mostró reacia a apoyar al emperador.