Para el filólogo Ignacio Reyes el nombre puede ser traducido como 'el liberado o protegido (de un ataque)' desde una forma primitiva wa-darfi.
Ambos bandos firman un pacto de paz «como amigos y no como sujetos» según la crónica Le Canarien, permitiendo el rey que los normandos construyeran un castillo en la costa del Rubicón a cambio de protección frente a los esclavistas.
Guadarfía es preso en el castillo de Rubicón, pero logra escapar una vez más.
Ya entre los suyos, manda ejecutar a Afche y prosigue la guerra contra los normandos.
Pacificada la isla, Guadarfía pide a Béthencourt que se le conceda tierras y casa en sus antiguos dominios, lo que le concede el nuevo señor de la isla.