Gryazev-Shipunov GSh-6-30

[2]​ El GSh-6-30 dispara el cartucho 30 x 165, con una bala que pesa 390 g. Con una cadencia de disparo tan alta, es un arma devastadora, aunque su utilidad táctica está restringida al suministro de municiones.

Esta limitación puede ser el motivo por el cual este cañón tuvo pocas aplicaciones aéreas.

[2]​ A bordo del MiG-27, el Gsh-6-30 tuvo que ser montado oblicuamente para absorber el retroceso (5.500 kg).

El cañón era conocido por su alta (frecuentemente inconfortable) vibración y gran ruido.

[2]​ La gran cantidad de esquirlas que producían las balas al detonar era suficiente para dañar aviones que atacaban (o volaban) a 200 metros del área de impacto.