Además presta su marca a la cadena de parques temáticos, Legoland.
Cuando ese negocio se vio afectado por la Gran Depresión, empezó a fabricar muebles de menor tamaño y desde 1932 se dedicó en exclusiva a los juguetes de madera.
[3] Dos años más tarde renombró la nueva empresa como «Lego», un acrónimo del término danés leg godt («jugar bien»),[4] y la marca se hizo muy popular entre la población local porque los juguetes de madera eran más accesibles que los importados de metal y más difíciles de adquirir durante la Segunda Guerra Mundial.
[5] El sistema apostaba por la creatividad del niño, por lo que al principio no se incluían manuales de instrucciones.
La empresa se consolidó en el mercado europeo a comienzos de los años 1960.
Este material se utiliza hasta el día de hoy porque no existe un equivalente en bioplásticos.
En 1969, se lanza internacionalmente la serie Lego Duplo, creada para menores de 5 años.
Las aportaciones más destacadas para la industria fueron las colecciones temáticas, la línea preescolar Lego Duplo, y la introducción de la minifigura en 1978.
La empresa también tiene oficinas de diseño más pequeñas en Reino Unido, España, Alemania y Japón.
Estas se encargan de diseñar productos específicamente pensados para sus respectivos mercados.
Estos prototipos son a continuación presentados al resto del equipo para obtener opiniones y sugerencias y luego son validados por padres e hijos durante el proceso de "validación".
Los diseños pueden verse alterados en consonancia con los resultados obtenidos con los grupos de foco.
[13] Desde 1963, las piezas de Lego se han fabricado con un plástico elástico conocido como acrilonitrilo butadieno estireno (ABS).
Según Lego Group, 18 bloques de cada millón producido no cumplen el estándar.
El moldeado se realiza en Billund (Dinamarca), Nyíregyháza (Hungría), Monterrey (México), y más recientemente en Jiaxing (China).
[22] En 2018, Lego anunció que usaría bio-polietileno derivado de caña de azúcar para hacer sus elementos botánicos (como son hojas, árboles y arbustos) y así favorecer la degradación a largo plazo.
La producción en Vietnam comenzará por primera vez en 2024, pero no alcanzará su plena capacidad hasta los pasados 15 años.