De hecho, por entonces la propuesta no sólo fue considerada como avanzada, sino rayana a lo revolucionario.
Curiosamente, cuatro años más tarde, el 18 de abril de 1942, 16 bimotores North American B-25 despegaban del portaviones USS Hornet para bombardear Tokio en la denominada incursión Doolittle.
La planta motriz comprendía dos motores radiales Wright R-1820 Cyclone que accionaban hélices tripalas: estas habían sido engranadas de modo que giraran contrarrotatoriamente para compensar sus respectivos pares.
Estaba previsto instalar dos unidades del cañón Madsen de 23 mm.
Aunque en líneas generales era similar a la versión naval, difería al presentar un morro alargado para alojar el aterrizador delantero del nuevo tren triciclo, además su planta motriz constaba de dos motores turboalimentados Wright R-1820-67/-69.