Gran parte de su población se dedica a la industria pesquera.
Mientras que Þórir se asentó en Selvog, Molda-Gnúpur lo hizo en la actual Grindavík.
Más tarde, los hijos de Molda-Gnúpur establecieron allí tres colonias conocidas como Þórkötlustaðahverfi, Staðarhverfi y Járngerðarstaðarhverfi, siendo esta última donde se asienta la actual situación geográfica de la ciudad.
[2] El municipio en sí mismo tiene su origen cuando el comerciante Einar Einarsson se desplazó allí para construir y dirigir una tienda en el año 1897.
[3] A 4 kilómetros de distancia al norte se encuentra su mayor atracción turística la Bláa lónið, un lago artificial que recibe agua de la planta geotérmica de Svartsengi y cuya agua, rica en sales minerales y material orgánico, posee propiedades terapéuticas.