Gregorio López-Bravo
Estaba casado con María Ángeles Velasco Schmidt y era miembro supernumerario del Opus Dei.Procurador en las Cortes franquistas entre 1958 y 1977,[1] en 1959 se convirtió en director general en el Ministerio de Comercio.Tal y como había dispuesto el general Franco en la década de 1950 para favorecer la apertura del régimen al exterior, trató de liberalizar la política económica autárquica autarquía,[cita requerida]seguida hasta entonces desde los sectores falangistas del régimen franquista.A López Bravo se le considera pieza clave del equipo de los llamados tecnócratas.[2] Se opuso al Proyecto Islero, que buscaba la construcción de una bomba nuclear española.