El quechua ancashino es un modelo de lengua aglutinante, que utiliza exclusivamente sufijos.
Como en todas las lenguas aglutinantes, se usa abundantemente la flexión y la derivación, para enriquecer el significado de los enunciados.
Así pues, la clase léxica viene determinada principalmente por los sufijos que se adjuntan a la raíz (ver el ejemplo abajo: sólo la marca del infinitivo -y permite distinguir el verbo y el adjectivo).
Las raíces verbales son todas dependientes: necesitan estar modificadas por un sufijo para tener una función dentro de la oración.
Ciertos adverbios admiten sufijos clíticos o independientes, por ejemplo awmi (aw + mi [evidencial]), sinoqa (sino + qa [topical]).
Por ejemplo: El quechua ancashino es una lengua predominantemente SOV, con una marcada tendencia a adoptar el orden de los elementos del español (SVO).