Los datos que se tienen sobre su infancia son gracias a su madrina, ya que su fe de bautismo original se perdió en un incendio, y ella bajo juramento dio los datos referentes al bautismo.En 1872 se erige a San Felipe como parroquia y el padre Carranza es nombrado párroco en propiedad.El historiador Nicolás Buitrago Matus relata que ahí hacía los casamientos de los indios.Narra el historiador Nicolás Buitrago Matus que a penas se rezaba en alguna alcoba leonesa.[1] Por eso varios creen erróneamente que él funda la Gritería, pero, a como demuestra el historiador Edgardo Buitrago en su libro "Las Purísimas", esto es un error y nada más.Gordiano Carranza preservó una tradición ya bien antigua, no fundó una nueva.[2] En el año 1867 una peste de cólera azotó duramente a León.Fue en esos momentos cuando el padre Carranza va a rezar de manera especial a Dios para que pare la peste, y hace la promesa al Señor Nazareno que se veneraba en San Felipe de oficiar una procesión penitencial cada Lunes Santo si paraba la peste.En su lápida se lee en latín Templum cujus fundamente ieci culminaque coronavici nunc est mihi sepulcrum, que en español quiere decir «El templo cuyos fundamentos puse y la torre que levanté, me sirven ahora de sepultura».
Imagen de la Purísima venerada en la parroquia de San Felipe.
Señor de la Reseña, venerado en la parroquia de San Felipe.
Lápida de Mons. Gordiano Carranza en la parroquia de San Felipe, León, Nicaragua.