[3] Su casa natal fue luego el club social, para después ser demolida para construir el actual palacio municipal de León.
Recién ordenado ejerció el cargo de maestro en el seminario y llegando a desempeñarse como rector del mismo.
Inicialmente el Padre Dubón manejaba solo el hospicio, contando a veces con la ayuda de una cocinera llamada Simona.
[3][10] A petición del célebre músico de Masaya Pablo Vega, que luego dirigiría don Macario Carrillo y posteriormente el maestro Gilberto Sarria.
Siempre se mantuvo atento del hospicio, que era regentado por los Hermanos Cristianos y tenía por capellán a Don Benito Oyanguren.
También fue capellán del Hospital San Vicente y se mantuvo cercano a las Hijas de la Caridad.
Llegar al féretro era difícil, y los que podían tocaban a su cuerpo diversos tipos de artículos devocionales.
Después de su muerte se recopilaron diversos milagros que obró en León y otras ciudades.
Varias personas invocaban su intercesión y se narra que han sido muchos los sanados gracias a esta.