[3] En 1875 se incendió la casa habitación y la tienda de abarrotes de la familia Carrasco, conocida como la Tienda Grande; ante el incendio, Gonzalo dibujó algunos apuntes para después pintar un cuadro pequeño y se dice que esta es la razón por la cual don Vicente conmovido envió a su hijo a la Ciudad de México a estudiar pintura.En 1876 Gonzalo ingresó a la Escuela Nacional de Bellas Artes en la que fue un alumno destacado y distinguido con varios premios.En 1888 fue enviado a Saltillo para estudiar filosofía por tres años y después en 1891 recibió una beca para estudiar Teología en España en el Colegio Máximo de Oña; aprovechando su estancia en la península ibérica, los superiores de su orden lo enviaron a Madrid para que perfeccionara su arte.Apresado por el general Francisco Coss, éste le ofrece llevarlo a México y nombrarlo director de la Escuela Nacional de Bellas Artes con la condición de que negara la fe cristiana y abandonara el sacerdocio pero Carrasco se negó rotundamente y los altos sectores eclesiásticos lo enviaron a Nueva York.Cuando regresó a México en 1918 fue asignado al templo del Sagrado Corazón, donde pintó su primer mural.En 1920 fue enviado a Roma para desempeñar un misión que le tomó cuatro meses en cumplir.[3] Gonzalo Carrasco fue muy reconocido por su vida sacerdotal, pero también fue un gran pintor, y en su currículum cuenta con una extensa lista de cuadros.Si bien no todos son reconocidos por la crítica como grandes obras de arte, aquí algunos títulos destacados.Si bien el padre Carrasco no es muy reconocido por la historia de México, existen diversos libros que relatan sobre su vida, tanto como pintor como jesuita.