Golpe de Estado en Burkina Faso de 2015

Por otra parte, las fronteras aéreas y terrestres fueron reabiertas para «normalizar la situación del país».

[17]​ El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en un comunicado conjunto con la Unión Africana se mostró horrorizado por el acontecimiento y reclamó la inmediata liberación tanto del presidente como del primer ministro de Burkina Faso, quienes permanecían retenidos en un campamento militar.

Tras la ceremonia de restitución el general Gilbert Diendéré declaró que el golpe había terminado, reconoció su error por el intento y aseguró estar dispuesto a afrontar a la justicia.

Días después el general Diendére denunciaba que la seguridad de sus militares no estaba garantizada.

Finalmente, el ejército burkinés lanzó una operación contra la guardia presidencial que se encontraba atrincherada en un cuartel de la capital y, sin producir bajas, se logró la rendición de los últimos golpistas.

[24]​ El 16 de octubre se anunció que por su implicación en el golpe estaba acusado oficialmente entre otros cargos de "crimen contra la humanidad", "atentado a la seguridad del estado" y "alta traición".

[28]​ El gobierno interino burkines ordenó mediante decreto la disolución y desarme del Regimiento de Seguridad Presidencial, además se ordenó la destitución del Ministro de Seguridad y el Jefe del Estado Mayor de la Presidencia, mientras que el parlamento creó una comisión para investigar los hechos.