La segunda guerra del Congo significó una catástrofe para la historia de la RDC.
Además se propuso una fecha para las elecciones, programadas en una primera instancia para junio de 2005.
Pese a los innumerables problemas que se presentaron (en especial el tener que posponer las elecciones primero para marzo de 2006 y después para el 30 de julio del mismo año), en términos generales se ha logrado en gran medida llevar a buen término el acuerdo.
Este tratado permitió a su vez lograr el cese definitivo de las hostilidades.
El acuerdo contemplaba a su vez la libertad de toda la población civil y de las organizaciones humanitarias al libre tránsito por todas las zonas.
Pese al término formal de las hostilidades, el conflicto continuó.
De acuerdo con los Tratados de Pretoria, las fuerzas hutus que operaban en el Congo debían ser desmovilizadas, ya que en gran medida estaban compuestas por hutus que habían llevado a cabo el genocidio ruandés agrupados en las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR).
Todavía no se sabe si las fuerzas ruandesas realizan operaciones temporales o están controlando territorio de forma más permanente.
El International Crisis Group emitió un informe el 17 de diciembre advirtiendo que la intervención ruandesa en el escenario significaba un serio retroceso en los avances pacíficos alcanzados en los años anteriores.
Soldados de la MONUC asaltaron el cuartel del FNI y dieron muerte a cincuenta milicianos, en una situación que el Secretario General calificó de “autodefensa”.
Por su parte el gobierno de Ruanda informó que aquellos que participaron en el genocidio de 1994 serían llevado frente a los tribunales y enfrentarían la justicia por sus crímenes.
Los resultados dieron como ganador a Joseph Kabila con cerca del 45% de los votos, mientras que su oponente Jean-Pierre Bemba obtuvo el 20%.