Las autoridades soviéticas arrestaron al presidente Konstantin Päts y lo deportaron a URSS donde fallece en prisión en 1956.
Jüri Uluots fue el último primer ministro constitucional en la época de la ocupación soviética.
Sin embargo el gobierno de Tief, fracasó en retener el control, ya que las unidades militares de Estonia lideradas por Johan Pitka se enfrentaron simultáneamente con las tropas alemanas y soviéticas.
Sin embargo, el barco que debía transportarlos a través del Báltico tuvo un problema en su motor y no logra llegar a tiempo para recogerlos.
La mayoría de los miembros y oficiales , incluido Tief, fueron capturados, encarcelados, deportados o ejecutados por los soviéticos.
Tief logra sobrevivir durante una década en Siberia y fallece en Estonia en 1976.
(Oslo fue elegido en vez de Estocolmo, ya que Noruega no tenía prohibiciones sobre este tipo de actividades políticas, que si había en Suecia.)
De los tres estados Bálticos, solo Estonia conformó un gobierno formal en el exilio.
En los casos de Lituania y Letonia, la autoridad soberana fue asignada a sus delegaciones diplomáticas.
Aun en el caso de Estonia, las delegaciones fueron el instrumento primario para realizar la diplomacia y administrar los aspectos cotidianos del estado (tales como la emisión de pasaportes).
La delegación principal de Estonia fue el consulado en Nueva York.