Tras completar la educación básica y secundaria en Pärnu, se licenció en Derecho por la Universidad de Tartu.
[2] Konstantin estuvo casado durante nueve años con Wilhelma Ida Emilie, fallecida en 1910 por una enfermedad pulmonar mientras él estaba en la cárcel.
[6] Sus inicios estuvieron ligados al abogado Jaan Poska, con quien trabajó y posteriormente colaboró en 1904 para formar una coalición municipal en Tallin.
Ese mismo año fue elegido concejal y en 1905 ascendió a teniente de alcalde.
[7] Muchos de sus siguientes trabajos se publicaron en Estonia bajo seudónimo y anonimato para eludir la censura.
Una vez la Asamblea quedó abolida, los nacionalistas estonios fundaron en 1918 un Comité de Salvación que estaba compuesto por tres representantes multipartidistas: Konstantin Päts (agrarianismo), Jüri Vilms (laborista) y Konstantin Konik (socialista).
Konstantin Päts fue jefe del Estado en cinco etapas no consecutivas entre 1920 y 1934, en un contexto de inestabilidad política: la recién independizada Estonia llegó a tener 18 consejos de ministros distintos en sólo 14 años.
El nuevo gobierno tuvo que consolidar las estructuras de estado, afrontar una reforma agraria, intentar reducir los privilegios de la nobleza báltica, y mejorar las relaciones comerciales con Finlandia y la Unión Soviética.
Durante siete años permaneció al frente del partido agrario.
La consolidación en el poder de Päts dio origen a una etapa autoritaria conocida como «era del silencio» (Vaikiv ajastu), que duró desde 1934 hasta 1938.
[19][20] Päts estuvo gobernando durante cuatro años a base de decretos leyes para eludir el parlamento.
Bajo su mandato, el palacio Kadriorg fue remodelado por completo para convertirse en residencia presidencial.
[27] Después de la Segunda Guerra Mundial, el exdirigente fue condenado por «actividades contrarrevolucionarias».
[13] Dentro de su acción política, se critica especialmente el mandato autoritario que ejerció entre 1934 y 1938 (o 1940).
Respecto al avance del movimiento Vaps, aprovechó la reforma presidencialista para consolidar su poder e ilegalizar a la organización paramilitar, pese a que otros partidos políticos habían defendido hacerlo antes.
En su época tuvo buena aceptación a nivel nacional porque no había violencia política, y debido al crecimiento económico que experimentó Estonia en los años 1930.
[13] Su política exterior ha sido mucho más cuestionada, especialmente por la aprobación del tratado estonio-soviético de asistencia mutua.
El monolito de Tahkuranna, erigido en su honor en 1939 y destruido por los soviéticos al año siguiente, fue restaurado en 1989.