Glyphis siamensis

El único ejemplar de tiburón fluvial birmano, se encontró en el siglo XIX y se describió como Carcharias siamensis por parte del ictiólogo Franz Steindachner, en Annalen des Naturhistorischen Museums en Wien (volumen 11, 1896).

La boca contiene 29 hileras de dientes en la mandíbula superior e inferior, y tiene surcos cortos en las esquinas.

Los dientes superiores son anchos, tiene forma triangular y orientación vertical, con márgenes aserrados, mientras que los dientes inferiores en la parte delantera tienen un borde aserrado más fino, con un par de cúspides pequeñas en la base.

La coloración es marrón grisácea en la parte dorsal y blanca por debajo con manchas notorias en las aletas.

La degradación del hábitat es una amenaza aún peor para esta especie, incluyendo la contaminación del agua y la destrucción de los manglares para combustible, materiales de construcción y otros productos.