Glorieta de San Diego (Sevilla)

Con Fernando VII, se permite a los jesuitas volver y estos reclaman todos sus bienes, por lo que en 1816 los franciscanos abandonaron San Luis y se trasladaron a una casa particular en la calle Imperial.

[1]​[3]​ Intentaron volver a su sede original, pero esta había sido adjudicada en 1784 al industrial inglés Nathan Wetherell, que la había convertido en una fábrica de curtidos.

[1]​ Finalmente, Wetherell adquirió unas casas en el centro que habían pertenecido al hospital de San Antonio Abad y un solar cerca de su iglesia y puso esos inmuebles a nombre del Ayuntamiento a cambio de que los usufructuarios fueran los frailes.

[1]​ En 1892 la infanta María Luisa, ya viuda, cedió los terrenos del jardín para que sirvieran de parque público municipal.

Aníbal González, que era el arquitecto jefe de la muestra, estuvo planteando diversas opciones para ese entorno desde 1911.

No obstante, Aníbal González dimitió y Vicente Traver se hizo cargo de las obras en 1927, planteando un gran cercado de hierro semielíptico y, en el centro, una estructura con tres arcos.

[4]​ En el vano central hay una imagen simbólica de Hispania ataviada con una túnica y un manto.

Glorieta de San Diego.