Su Sagrada Familia con San Miguel arcángel constituye una hermosa fusión de las dos grandes escuelas manieristas: la romana más cercana a Perino y la parmesana.
Sin embargo, aunque su técnica manierista es depurada, no lo es su temperamento, que le hace más cercano al clasicismo de Rafael o Miguel Ángel.
Su Virgen con seis santos pretende emular estos ideales, pero el resultado se acerca demasiado al esquematismo de Giulio Romano, con figuras excesivamente rígidas y una estructura geométrica de la obra que le da un aspecto casi arcaico.
A momentos de un naturalismo patente, le siguen otros en que el manierismo se impone.
Característico del arte de Siciolante es su llamativo cromatismo: sabe combinar con gran talento hermosos rosados con amarillos y vibrantes azules.