Estos pintores son en su mayoría eclécticos y se nutren en fuentes distintas.
Los primeros Mazzola, Michele y Pier Ilario, continúan inmersos en el modo cuatrocentesco, parmesano, mientras que Filipo le añade una nota de venecianismo.
Aunque el eco de Correggio no se manifiesta abiertamente hasta el siglo XVII, existen, todavía en el XVI, un grupo de artistas que bien pueden ser incluidos en la escuela del maestro.
Giovanni Maria Francesco Rondani debe ser considerado discípulo de Correggio, aunque no conste que directamente lo fuera.
Parmigianino, pese a dejarse influir con alguna frecuencia, sobre todo en sus inicios como pintor, por el estilo blando y esfumado de Correggio, sabe crearse pronto un estilo personal muy diferente al del otro gran maestro parmesano.