Georgi Kinkladze

Despuntó a comienzos de los años 1990 en el Dinamo Tiflis y con la selección georgiana.[1]​[4]​ Por esta razón regresó a Inglaterra para jugar en el Derby County durante cuatro campañas.Su padre Robinzon, ingeniero de profesión, quería que el hijo fuese futbolista y con seis años le apuntó en las categorías infantiles del Dinamo Tiflis, el club más importante del país.[7]​ Georgi progresó hasta llegar al filial, donde coincidió con Shota Arveladze, futuro compañero en la selección.Y en la campaña 1991-92 de la Umaglesi Liga, Georgi fue el más destacado del plantel con 9 goles en 30 partidos que sirvieron para asegurar la permanencia.Si bien en el Dinamo mantuvo un buen registro goleador (13 tantos en 14 partidos), el recrudecimiento de la guerra civil georgiana obligó al Dinamo a ceder a los mejores futbolistas al extranjero para garantizar su seguridad.Sí llamó la atención de los ojeadores del Boca Juniors argentino, que lograron su cesión por tres meses.Kinkladze pudo conocer a su ídolo Diego Armando Maradona y jugó con los reservas,[6]​ pero el técnico Silvio Marzolini no quiso contratarle porque ya contaba con Alberto Márcico como enganche titular y quería a un extremo.[2]​[3]​ La edición 1995-96 no fue positiva para los citizens, ya que solo habían logrado dos puntos en las primeras once jornadas.Pese a que Georgi ya estaba considerado la estrella local, tenía problemas de adaptación: no sabía hablar inglés, vivía en un hotel y extrañaba su país.[2]​ Sin embargo, el club acabó en antepenúltima posición y descendió a la First Division.[15]​ En aquella campaña el City vivió una situación turbulenta, con malos resultados y hasta cinco entrenadores distintos.Kinkladze recibió el «premio al Mejor Jugador» del Manchester City por segundo año consecutivo y los seguidores organizaron una campaña para que renovase.Lo primero que hizo con su nuevo salario fue comprarse un Ferrari 355 valorado en 50.000 libras, pese a la oposición de la directiva.El Manchester City descendió a Second Division y la directiva tuvo que declararle transferible porque ya no podía mantener su salario.Si bien volvió a tener el mismo problema, esta vez la Asociación del Fútbol le concedió un permiso especial por «su contribución anterior al deporte inglés».[15]​[21]​ En 2000-01 se perdió las primeras jornadas por una operación de hernia discal, y para cuando volvió alternó la titularidad con el banquillo.La situación se revirtió dos meses después, cuando Todd fue cesado y John Gregory llegó en su lugar.[6]​ Durante las negociaciones se había negado a viajar con los chipriotas a un partido oficial, así que Ketsbaia le expulsó del equipo alegando falta de disciplina y el georgiano llegó gratis al club tártaro.En ese momento entabló conversaciones con el Anorthosis Famagusta para regresar, pero la llegada nunca se materializó.[24]​ Desde 2014 es director deportivo del Spartaki de Tsjinval, lo que ha supuesto su regreso a Georgia.[3]​[27]​ En el campo, era un centrocampista creativo que adelantaba su posición hasta la mediapunta, participando en labores de ataque y asistencias a sus compañeros.Sus mayores virtudes eran el regate, su golpeo con la pierna zurda y su visión de juego.[28]​ Cuando fichó por el Derby County lo alternó con un puesto de segundo delantero para ayudar a Fabrizio Ravanelli.[29]​ Noel Gallagher, líder de la banda musical Oasis y seguidor del club, le recuerda como «el mejor jugador que he visto en mi vida.»[3]​ El mayor punto débil de Kinkladze era la defensa.Rara vez hacía entradas para robar balones y no le gustaba bajar, algo que frustró a varios de sus entrenadores.
Kinkladze jugó tres años en Maine Road , hogar del Manchester City .
El jugador llegó a Pride Park ( Derby ) después de pasar un año y medio en Ámsterdam.