Gilberto Govi

Entre sus principales éxitos figuran clásicos emblemáticos de dicho género teatral como I manezzi pe majâ na figgia, Pignasecca e Pignaverde y Colpi di timone.

En realidad tenía capacidad y espontaneidad, un talento natural propio para hacer reír con una sola expresión o un simple parpadeo.

Estudió junto a su hermano Amleto, pero fue durante unas vacaciones en Bolonia con su tío materno Torquato, actor aficionado, cuando se entusiasmó por el teatro.

Mientras tanto, Govi formó una pequeña compañía de aficionados, con la que actuaría en dialecto genovés e interpretaría comedias escritas por Niccolò Bacigalupo.

Fundó una nueva compañía, la Compagnia dialettale genovese, exhibiéndose en los principales teatros de la ciudad, siempre con un gran éxito.

En este momento, decidió dejar su puesto de trabajo fijo en la Officine Elettriche Genovesi para poder dedicarse únicamente al teatro.

Los inicios no fueron fáciles, sobre todo por la elección del repertorio a representar, pero en breve tiempo, como una estrella teatral en ascenso, estuvo solicitado por diferentes autores, entre ellos Niccolò Bacigalupo, Emanuele Canesi, Carlo Bocca, Luigi Orengo, Aldo Aquarone, Emerico Valentinetti, Enzo La Rosa, Sabatino Lopez, y otros muchos.

En 1960 actuó por última vez en el teatro, en la pieza Il porto di casa mia, escrita por Enrico Bassano.

Todavía apareció en la pequeña pantalla en algunas raras entrevistas y en diversos programas Carosello de 1961, en los que encarnaba a un simpático personaje, Bàccere Baciccia.