Giacomo Gaglione

[5]​ El tratamiento con barro hirviendo, la cirugía, la tracción ortopédica, electroterapia fueron inútiles.

[6]​ En 1919 se fue al Padre Pío[7]​ con la esperanza de obtener una cura, pero por el contrario este encuentro lo llevó a aceptar su enfermedad como la misión cristiana.

La institución encontró el apoyo del obispo de Caserta, monseñor.

Gabriele Moriondo, el fundador fue recibido por el Papa Pío XI, quien le caballero "Pro Ecclesia et Pontífice" nombrado, mientras que en noviembre de 1944, el Papa Pío XII lo nombró comendador de la Orden de San Silvestre.

En ese momento lanzó su segundo libro, "En el espejo de mi alma".