Nacidos en La Pera, según la tradición fueron martirizados en Gerona en la época de las persecuciones de Diocleciano, a finales del siglo III.
Son los patrones del oficio de la talla de la piedra al que se dedicaban (canteros, escultores y picapedreros).
Actualmente se conservan allí, en un sepulcro de época gótica.
En Gerona, en ese día los picapedreros bailaban sardanas en la Plaça del Vi, ante una imagen de estos santos en la fachada de la Casa Barceló.
Gabriel Roura, El culte als quatre sants màrtirs de Girona, en Analecta sacra tarraconensia: Revista de ciències historicoeclesiàstiques, ISSN 0304-4300, Nº 71, 1998 , págs.