Sus reservas en oposición a la ciencia estricta y la medicina ortodoxa lo dejaron marginado dentro de los psicoanalistas hasta la actualidad.
En 1913 publicó Nasamecu abreviación de la frase latina "Natura sana, medicus curat."
Probablemente mejor que otros escritos, describe la personalidad y genio del autor.
Llegando al final de su vida, muchos colegas y admiradores le pidieron a Groddeck formar una sociedad que promoviera sus ideas.
Ante estas peticiones, él rio y contestó: En una charla llamada Quién es quien sabe que no hay yo?