Se le conoce sobre todo por su labor como intérprete y popularizador de las filosofías asiáticas para la audiencia occidental.
[7] Durante las vacaciones en su adolescencia, Francis Croshaw, un rico epicúreo con gran interés por el budismo y por aspectos poco conocidos de la cultura europea, llevó a Watts en un viaje a través de Francia.
El joven Watts experimentó con varios tipos de meditación durante esos años.
Aunque era en general un alumno aventajado, y le fueron encomendadas responsabilidades en la escuela, desaprovechó la oportunidad de obtener una beca en Oxford por escribir uno de los exámenes definitivos en un estilo que fue considerado presuntuoso y caprichoso.
Durante este período, Watts también leyó extensamente obras de filosofía, historia, psicología, psiquiatría y sabiduría oriental.
Más tarde fue catedrático y decano en la Academia Americana de Estudios Asiáticos en San Francisco.