[6] La Formación Yanhuitlán está compuesta por materiales poco consolidados, lo que ha dado origen a un paisaje de laderas y cimas erosivas que destacan por grandes extensiones de cárcavas y badlands, rasgos estrechamente ligados a las prácticas agrícolas llevadas a cabo en la región desde hace al menos 3500 años y que responden a la demanda de alimentos por el crecimiento de la población en la mixteca.
[7][8] Las comunidades, establecidas allí por miles de años han tenido una intensa relación con el ambiente al grado de haberlo modificado en gran medida tal como se observa en los paisajes actuales del geoparque.
[14] La agricultura en la región presenta limitantes ambientales, como lluvias escasas e irregulares, estación de crecimiento corta, y poca extensión de suelos (poca profundidad, fertilidad y en pendiente), lo que ha ocasionado que las comunidades hayan creado alternativas para facilitar el cultivo.
Algunos se han capacitado como guías y contribuyen con el desarrollo local por medio del geoturismo.
Pese a los altos índices migratorios, la producción de maíz y otros granos básicos sigue siendo una actividad común para la mayoría de las familias, pero las actividades secundarias y terciarias son las que representan el mayor ingreso.
[15] La complejidad de la región radica en una problemática ambiental ocasionada por las actividades humanas.
[1] La pandemia por COVID-19 afectó el geoparque, se dejaron de recibir visitantes, ocasionando una disminución en los ingresos de las familias que colaboran en el proyecto: guías, artesanos y artesanas, maestras, cocineras, transportistas, hoteleros.
[2] Para que un territorio sea reconocido como Geoparque Mundial UNESCO debe contener un patrimonio geológico identificado y caracterizado que se utilice de forma sostenible para el desarrollo económico local, y que sean las comunidades, bajo sus propias formas culturales de organización, quienes establezcan las estrategias para la gestión del territorio.