Las plantas y animales son escasos en esta región, aunque pueden encontrarse extensiones de tierra fértil en las depresiones con morfología kárstica, (polja) y cráteres (vrtače).
Son tierras bajas, y además las únicas planicies de Montenegro.
Allí se sitúan las dos mayores ciudades del país: Podgorica y Nikšić.
En esta región se encuentra asimismo el parque nacional del lago Escútari.
Los ríos Lim y Tara cruzan el Montenegro septentrional antes de desaguar en el río Drina de Bosnia y Herzegovina, que a su vez desemboca en el Danubio.
Los ríos Piva, Tara, Morača, Cehotina y sus afluentes han excavado profundos cañones en la roca.
El litoral marítimo presenta un fuerte contraste con las otras tres regiones, constituyendo la «fachada» mediterránea de Montenegro.
En el interior, a tan solo unos pocos kilómetros de la costa en línea recta, domina el clima continental.
Los Alpes Dináricos, con montañas como Orjen, Lovćen y Rumija, forman escalones contra la costa, casi como una barrera gigante, y evitan la penetración del clima mediterráneo en el interior del territorio.
Como la mayor parte de las regiones a lo largo del mar Mediterráneo, la precipitación tiene lugar principalmente durante la parte fría del año, pero en las montañas más altas está presente un máximo veraniego secundario.
En las regiones del norte de Montenegro, y particularmente en las altas montañas, la nieve permanece durante varios meses debido a la escasa evaporación y, en ocasiones, el año entero.
Montenegro es un país de singularidades naturales, que se plasman en las cuatro regiones geográficas diferenciables en su pequeña superficie.
Tanto el Durmitor como el lago Escútari tienen una zona protegida como parque nacional; hay otros dos en el país: Biogradska Gora y Lovćen, que se encuentran en la zona de altas cumbres.
En cuanto a los grupos étnicos, hay: montenegrinos (43 %), serbios (32 %), bosnios (8 %), albaneses (5 %) y otros (musulmanes, croatas, romaníes o gitanos [12 % según el censo de 2003]).
Los idiomas que se hablan en el país son: el serbio (63,6 % de los habitantes), el montenegrino (oficial, 22 %), el bosnio (5,5 %), y el albanés (5,3 %) según el mismo censo; un 3,7 % no declaró su idioma.
Administrativamente, el país se divide en veintiún municipios (opstine; en singular, opstina): Andrijevica, Antivari, Berane, Bijelo Polje, Budva, Cetiña, Danilovgrad, Herceg Novi, Kolasin, Kotor, Mojkovac, Niksic, Plav, Pljevlja, Pluzine, Podgorica, Rozaje, Savnik, Tivat, Dulciño y Zabljak.
Montenegro independizó su economía del control federal y de Serbia en la época de Milosevic y mantuvo su propio banco central, adoptó el marco alemán, luego el euro - más que el dinar yugoslavo - como moneda de cambio oficial, recaudó tarifas aduaneras y manejó su propio presupuesto.
La disolución de la ya débil relación política entre Serbia y Montenegro en 2006 llevó a que fuera miembro separado de diversas instituciones financieras internacionales, como el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo.