Su papel en la guerra española fue muy controvertido, no apareciendo en toda la historiografía sobre el evento ningún comentario favorable sobre su actuación,[1] especialmente desafortunada en las batallas del Jarama y Brunete.
Participó con el Ejército austrohúngaro en la Primera Guerra Mundial, siendo tomado prisionero en el Frente Oriental por tropas del Imperio ruso.
[2] Durante su cautiverio se convirtió en un ferviente comunista, tomando parte con los bolcheviques en la guerra civil rusa.
[8] Para Kitchen, Stalin estuvo al corriente de su actuación, lo que provocó su ejecución nada más regresar a la Unión Soviética.
[2] Herbert Matthews, del New York Times, describió al General Gal como "un húngaro que luchaba por la Internacional Comunista en lugar de por la República Española".