La figura de Genbu tiene sus raíces en la mitología china, donde originalmente se le conocía como Xuanwu (玄武).
A lo largo de los siglos, esta deidad se fusionó con otras tradiciones espirituales de Asia Oriental, y en Japón adquirió una personalidad propia dentro del sintoísmo y el budismo, integrándose en las creencias relacionadas con la protección espiritual.
Además de representar al norte, también hace referencia a la estación del invierno.
Se orienta esta figura hacia una pared sin ventanas, ya que es el punto más fuerte de la casa.
A Genbu (Xuan Wu 玄武 en China) también se le suele llamar El guerrero negro.
En la China antigua, la tortuga y la serpiente, eran visualizadas como criaturas espirituales que simbolizaban longevidad.
Ahora divino, Xuanwu se enteró de esto y volvió para matar a los monstruos que había desatado en el campo.
Al lavar sus órganos internos, sus pecados se disolvieron en el agua en una forma oscura y negra.
Una vez que Xuanwu se enteró de esto, volvió para someterlos como en la otra historia.