Genómica comparativa

Aquellos elementos que son responsables de similitudes entre diferentes especies se conservarían a través del tiempo (selección estabilizadora), mientras que los elementos responsables de las diferencias entre especies deberían divergir (selección direccional).Por ejemplo, los exones pertenecientes a genes ortólogos están muy conservados en relación con las secuencias de DNA no codificantes, como las que forman los intrones.Debido a la conservación de las secuencias que codifican proteínas no surgen ambigüedades cuando se desea distinguir exones provenientes de otras secuencias conservadas, como los amplificadores.El análisis comparativo ayuda a identificar exones cortos, algunos ubicados cerca del extremo 5’ del gen y el promotor central, que con frecuencia pasan inadvertidos en los programas de predicción de genes.Los organismos con genomas más grandes habitan en zonas más complejas y variables (suelo o raíces de plantas), por lo que pueden llegar a necesitar genes que para otros organismos serían inútiles.Por todo esto, los tamaños de estos genomas suelen ser estimaciones.Estos genomas también contienen más genes que los de organismos procariotas.Los genes activos suelen estar separados por grandes regiones de ADN no codificante.Un mismo gen suele codificar varias proteínas gracias al corte y empalme alternativo.Los elementos transponibles también son más abundantes en el genoma humano que en el de otros organismos.[1]​ Tras recorrer un largo camino desde su uso inicial como identificadora de proteínas funcionales, la genómica comparativa se concentra ahora en encontrar regiones reguladoras y moléculas de ARNip (ARN interferente pequeño, del inglés small interfering RNA, o siRNA).Se prevé que la aproximación computacional llegará a ser un tema estándar de investigación y docencia, mientras que los estudiantes con soltura en ambos temas empiezan a formarse en los múltiples cursos creados en los últimos años.