A continuación sería repoblado por cristianos navarros, castellanos, valencianos, catalanes y andaluces.
Este cuerpo estaba formado por ingenieros (mensores aedificiorum), tópógrafos (mensores), administrativos y tesoreros (scribas), pregoneros (praecones), capataces de obra (libratores), fontaneros (plumbarii) y esclavos públicos (servos publicos).
La precisión de las distintas conexiones es un claro ejemplo del nivel alcanzado por los ingenieros romanos.
En esta zona se puede recorrer parte del acueducto excavado en la roca.
Se pueden reconocer numerosas ventanas o lumina de ventilación a tramos regulares.
Parte desde Gea por la pista que sale enfrente del Centro de Visitantes del Acueducto y nos lleva al paraje conocido como la Cañada de Monterde, donde el acueducto empieza su recorrido a una considerable profundidad.
Seguimos el camino, guiándonos por la señalización instalada, y pasamos por delante de la paridera del Espliegar hasta alcanzar poco después los restos de dos hoyas del acueducto romano, en donde un pequeño panel nos explica su funcionamiento.
En pocos minutos, siguiendo la pista, llegamos a la fuente de la Tejería que nos brinda un agua bien fresca en una zona para descansar o comer.
Desde aquí, nos restan pocos metros para llegar a Cella, entrando por el mismo lugar que lo hacía el acueducto, es decir, por las eras y sus pajares.
La arquitectura tradicional se remonta a la Edad Media, anterior a 1610, momento en el que son expulsados de Gea 2160 moriscos quedando tan solo 80 cristianos viejos, considerándose la población aragonesa donde mayor fue el número de desterrados.
El trabajo de esta población se dedicó a la agricultura, ganadería, así como a la artesanía del barro y de los telares, actividades que se siguieron desarrollando en épocas posteriores.
Se trata de construcciones donde el material más importante es la madera para la estructura y yesos para los paños.
Se trata de construcciones muy arraigadas tanto en Gea como en Albarracín.
Hombres, mujeres y niños tuvieron que abandonar sus bienes, dejar su tierra, camino del exilio.
Estos actos quieren ser un recuerdo, un homenaje y un desagravio a quienes por razones políticas y religiosas se vieron obligados a dejar las tierras de sus antepasados, personas que recorrieron las mismas calles que ahora pisamos, gozaron de los paisajes que ahora contemplamos, disfrutaron del agua y del fruto de sus campos.
Recreaciones teatrales en escenarios reales, animación de calle, mercado medieval, talleres, actuaciones musicales y sobre todo, Reconocimiento.
Su iglesia es la más delicada expresión que tenemos en la sierra de Albarracín del estilo rococó.
La iglesia muestra barroquismo por todos los rincones: pinturas, retablos, púlpito y órgano.
Construida en honor al patrón de la localidad, cuenta con un patrimonio artístico importante.
Además, existe una red de senderos que permiten recorrer los lugares más emblemáticos y espectaculares.
Pero la Sierra cuenta, además, con un patrimonio artístico y monumental como los hay pocos.
Y Teruel, la ciudad de los amantes está a tan solo 22 kms.