Gaspar Suárez de Ávila
[2] Existía entonces en la península de Yucatán dura pugna entre encomenderos y conquistadores contra los religiosos franciscanos que habían llegado para evangelizar a los indígenas mayas de la región.Los primeros querían utilizar a los indígenas extensamente en servicios personales y como cargadores de mercancías entre las poblaciones ante la ausencia de bestias que sirvieran a ese propósito.Los seglares aducían que los franciscanos bien que utilizaban a voluntad a los indígenas como mano de obra en la construcción de sus residencias y monasterios, que en muchos casos eran construcciones suntuosas y quienes estaban encargados de propagar la fe cristiana contra-argumentaban que tales construcciones tenían el carácter de públicas ya que en ellas funcionaban escuelas y hospitales en los poblados y por tanto debían ser construidas por la comunidad.[1] Fue cuando se apersonó en Yucatán Tomás López Medel, el propio año de 1552, y expidió durante su estancia las ordenanzas que llevaron su nombre y que tuvieron vigencia por muchos años durante los siglos XVI y XVII en Yucatán.Mientras duró la presencia de este oidor, fue él quien ejerció el cargo de gobernante haciéndose a un lado Gaspar Suárez y solo hasta la retirada a Guatemala del visitador pudo éste volver a ejercer su cargo.