Garras humanas

En un circo gitano que ha plantado su carpa a las afueras del viejo Madrid, actúa Alonzo, el hombre sin brazos, como tirador y lanzador de cuchillos.

Nanon llega a verlo antes de huir, pero no ve su rostro, solo sus manos y que la izquierda tiene un doble pulgar.

Cuando regresa al circo unas semanas más tarde, ahora de verdad sin brazos, Alonzo le explica a Nanon que ha estado enfermo.

Los jóvenes están practicando un nuevo acto en que el forzudo aparenta sujetar a dos caballos tirando en direcciones opuestas, en realidad trotando sobre dos cintas en movimiento ocultas.

Durante la primera actuación, el vengativo Alonzo maneja la palanca de la cinta para aumentar la velocidad y que los caballos desmembren a Malabar.

Para Joan Crawford, una actriz en ascenso desde su debut en 1925, trabajar con Lon Chaney, también llamado el "hombre de las 1.000 caras", fue un desafío.

Crawford nunca había desempeñado un papel tan artísticamente exigente y rápidamente llegó al límite de sus habilidades interpretativas.

En la copia conservada todavía faltan varias escenas iniciales y planos, pero no afectaba seriamente la continuidad de la historia.