Garci González de Silva

[1]​ En marzo de 1569 cumplidos veintidós años, Garci González, con el sonoro cargo de "Alférez General del Descubrimiento del Dorado", partía junto a su tío Pedro hacia el litoral caribeño.Al llegar Garci González con sus huestes, cambió por completo el panorama defensivo y se evitó que desapareciera la nueva ciudad.En estos años toma posesión de sus primeros predios en La Vega y Catia, donde se dedica a la agricultura.Un horror del que hasta los mismos españoles han debido quedar espantados.Luego de su muerte Tamanaco se volvió una leyenda entre los nativos quienes gritan su nombre durante la batalla.Garci González con treinta hombres, se adentra una noche en el poblado para detenerlo y después de una feroz lucha entre los dos, dejaba malherido al cacique.Acciones como esta, se repetirán frecuentemente durante su vida castrense con varios caciques de la zona.Se empeñan en buscarlos río abajo y un par de días después encontrarán a los caribes que, después de atacar un poblado indígena, cometían la misma fechoría que en el caso anterior.En 1580 por segunda vez se repoblaba la villa y se le dotaba de Cabildo, autoridades y guarnición, pero en cuanto desaparecieron los soldados de Garci González, los indómitos cumanagotos volvieron a deshacer lo que tanto trabajo había costado conseguir.En aquella ocasión, no tuvo otro remedio que organizar la defensa de la ciudad con el apoyo del experimentado capitán Pedro Alonso Galeas y procurar que los daños fueran los menos posibles.Muere en 1625 y por los innumerables servicios prestados a la ciudad es enterrado en la Catedral de Caracas.