[1] El ganado vacuno predomina en las regiones de la España húmeda, por la zona del norte , estas últimas especializadas en recría y cebo.
El sector bovino nacional, en su doble aptitud cárnica y lechera, ha constituido históricamente uno de los pilares de la ganadería nacional, estando además íntimamente ligado al tejido social del medio rural.
En las vacadas se reemplazan las razas autóctonas —rubia gallega, morenas del noroeste, asturiana de los valles, tudanca, etc.—, que se explotaban a la vez para trabajo y carne o leche, por extranjeras de única y más selecta aptitud, de manera preferente la frisona para leche y la charolesa para carne; o se cruzan estas con las oriundas para obtener ejemplares que se acomodan mejor a las condiciones naturales del país.
En las destinadas a carne, si son de raza autóctona o mixtas, se prefiere el régimen campero, aunque también completando la alimentación con pienso.
Además, las cuotas también restringían la cantidad de leche que cada ganadero podía vender.
Sin embargo, esta transformación no implica una reubicación del sector hacia otras áreas geográficas.
Castilla y León, con el 7 % del total, era la cuarta comunidad autónoma en reparto de ganaderos con entregas.
Este ganado aún sigue un régimen exclusivamente campero, de aprovechamiento a diente del pastizal.
Ya son pocos los ovinos trashumantes: quien no dispone de extensos pastizales propios para ellos prefiere desplazamientos más cortos, desde montañas, penillanuras y riberas a los rastrojos cerealistas de las llanuras.
El ganado caprino ocupó tradicionalmente las áreas montañosas del sur de España.
[1] En España, el ganado caprino ha estado siempre íntimamente relacionado con el ovino tanto desde el punto de vista productivo como socioeconómico, lo cual explica el que en múltiples foros sean frecuentemente analizados de manera conjunta.
Existen, no obstante, notables diferencias productivas dadas las particularidades fisiológicas de esta especie.
Las cabras han sido tradicionalmente explotadas para la obtención de carne, leche y cuero.
El ganado porcino estuvo unido a las grandes dehesas del occidente y suroeste peninsular, donde se criaba en régimen de montanera.
Entre los medios de producción que se emplean en la ganadería española, la alimentación animal supone el principal desembolso para las explotaciones pecuarias del país.