Gabriela Carrillo (arquitecta)

Su trabajo ha sido publicado en revistas como Código, Summa, Domus, ArquiTK y Architectural Digest.Al respecto, Gabriela Carrillo escribió: “Estos meses han sido principalmente un espacio de reconocimiento para entender muchas cosas: cómo habitan las comunidades, cómo se relacionan entre ellas, cuáles son las fantasmas que se acarrean de un legado cultural siempre interesante, pero a veces incómodo.Sin duda, tras el 19 de septiembre, tuvimos una oportunidad para preguntarnos cómo podemos ser cómplices y aliados en un proceso que el sismo solo vino a evidenciar.Tenemos que trabajar en silencio y con el mayor respeto posible, desde nuestra propia trinchera.”[4]​ Carrillo se ha distinguido por una visión crítica de los espacios urbanos, y la manera en que estos forman parte de los procesos sociales, tratando por eso de proponer diseños arquitectónicos que permitan a las personas disfrutar del espacio y tener mejores interacciones.[7]​ En este proyecto se incluyeron un vitral y rejas exteriores diseñados por el artista oaxaqueño Francisco Toledo.Por eso, para estos Juzgados en Pátzcuaro, ha comentado que tuvo especial cuidado en distintos aspectos del diseño: “(…) cómo la luz deconstruye y construye un espacio, de cómo la transparencia y las cosas abiertas generan democracia, de cómo la arquitectura comienza a hablar…”[8]​ Este proyecto fue reconocido con el Premio Internacional Mujeres en la Arquitectura en 2017, que también recibió en la misma edición Rozana Montiel.[9]​ Ganadora del Premio Internacional Mujeres en la Arquitectura 2017,[10]​ máximo reconocimiento internacional para las mujeres en la arquitectura, tras diseñar el complejo[11]​ que alberga las salas de juicios orales en Pátzcuaro, Michoacán, retomando el modelo de construcción empleado por los Purépechas, llamado Las Trojes.
Centro Cultural y Académico San Pablo, en la ciudad de Oaxaca