Rozana Montiel

[2]​ El propósito fue transformar el vecindario en una unidad común, involucrando a vecinos en el proceso de diseño.

Previo al proyecto, las áreas comunes no estaban diseñas para la convivencia vecinal.

El área de 788 m², en la que  hoy se encuentra el proyecto, fue una pista deportiva con poco mobiliario urbano y escasa vegetación.

La cubierta que se construyó durante el proyecto, permite albergar espacio para biblioteca, oficina, sala de usos múltiples y gradas.

La arquitectura no se trata solo de la edificación, tiene que ver una construcción social».