Gösta Winbergh

Estudiaba ingeniería y cantaba en una banda de rock cuando escuchó su primera ópera en 1967.

La experiencia le causó tal impresión que decidió convertirse en cantante de ópera inmediatamente.

Debutó en Gotemburgo en 1971 y los años siguientes trabajó en la Opera Real de Estocolmo iniciando una importante carrera internacional.

Pocos años antes de su fallecimiento había incorporado roles como Don José en Carmen, El emperador en Die Frau ohne Schatten, Florestán en Fidelio, Baco en Ariadne auf Naxos y Parsifal de Wagner, en sus contratos nunca concretados lo esperaban Tristán e Isolda y Siegmund/Siegfried de El anillo del nibelungo.

En su memoria se creó en Suecia el Premio Gösta Winbergh para jóvenes tenores.