Gobernó el señorío durante un largo período (45 años), identificando a la Casa de Feria con la Baja Extremadura y desvinculándola de sus antiguas posesiones andaluzas, posesiones que vendió o intercambió por otras en Extremadura.
Participó en la Guerra de Sucesión de Castilla tomando partido por Isabel la Católica y siendo su papel muy destacado.
También participó en batallas contra el reino nazarí de Granada, abandonando la vida pública y retirándose a su señorío tras la Toma de Granada para la dedicarse exclusivamente a la gobernación de su estado, propósito sólo roto por el breve tiempo que en 1499 se encargó de la Gobernación General de Castilla.
La documentación presenta en final de su vida como un periodo amargo: viudo de nuevo y con la economía del condado por los suelos.
Tanto él como sus dos mujeres están enterrados en el Monasterio de Santa María del Valle de Zafra.