Lorenzo III Suárez de Figueroa

También hubo otras capitulaciones favorables al marquesado, como la adopción del águila de San Juan en el blasón del matrimonio, que luego se fueron derogando con el paso del tiempo, gracias a la comprensión y buena voluntad de la Marquesa.

Durante su gobierno el III Conde se mantuvo fiel a la monarquía, tanto por tradición como porque no podía ser de otra forma, dado que el autoritarismo de la Casa de Habsburgo no dejaba resquicios a insubordinaciones.

El Conde tuvo una excelente biblioteca muestra de que poseyó un buen nivel intelectual.

Lorenzo III murió dejando a su mujer a cargo de sus seis hijos, todos menores de edad.

A diferencia de sus antepasados, no se encuentra enterrado en Zafra sino en Montilla.