Perteneció inicialmente al denominado "Campo Atrincherado de Oyarzun", defensa militar del siglo XIX para impedir invasiones de Francia.
Pertenece a la tipología denominada "fuerte poligonal", caracterizado principalmente por la existencia de un foso que rodea la fortificación defendido por unos órganos específicos denominados "caponeras".
La obra del Centro, la de menores dimensiones, está formada por una batería a barbeta con capacidad teórica para 8 cañones, si bien solo se construyeron cuatro explanadas.
Alberga también un gran edificio de tres plantas en el que la planta baja se configura como galería de escarpa para defensa del foso y cuartel, la planta intermedia como cuartel y Depósito de Distribución de Munición y la planta superior como batería acasamatada con frentes hacia el mar (norte) y hacia tierra (sur).
El frente meridional cuenta a su vez con una batería de fuegos curvos con capacidad para tres piezas y una batería para cañones, cuya principal particularidad es la existencia de tres cañoneras-túnel destinadas a permitir el disparo a través de una máscara de tierra que protege la batería.
A finales del siglo XIX se interrumpió la construcción del Campo Atrincherado, quedando reconvertido el conjunto de fortificaciones ya realizadas como "Posición Barrera de Oyarzun".
Actualmente está protegido en el máximo grado posible al estar incorporado al entorno del Camino de Santiago a su paso por el País Vasco.