Fuego indirecto

Hay dos dimensiones al momento de apuntar un arma: La trayectoria del proyectil es afectada en mayor o menor medida por condiciones atmosféricas, la velocidad del proyectil, la diferencia en altitud entre el arma y el objetivo, entre otros.

Algunas miras utilizadas para realizar fuego directo también pueden incluir mecanismos para compensar algunos de estos factores.

[1]​ La implicación es que apuntar en acimut y/o en elevación se realiza utilizando métodos instrumentales.

El fuego indirecto también puede ser utilizado cuando el objetivo es visible desde la posición del tirador, aunque es más comúnmente utilizado cuando el objetivo se encuentra a largas distancias e invisible para el tirador debido a los accidentes del terreno, tales como edificios, colinas, montañas, bosques, etc. Para alcanzar mayores distancias se requiere una trayectoria más alta y, en teoría, la distancia máxima se alcanza al utilizar un ángulo de elevación de 45 grados.

Es razonable de suponer que el propósito original del fuego indirecto fue realizar disparos desde una posición con cobertura, en la cual los artilleros no pudiesen ser vistos y atacados por sus enemigos.

PzH 2000 efectuando fuego indirecto en el escabroso terreno de Afganistán .