[1] El arma en cuestión debe tener algún dispositivo para apuntar y una vista sin obstrucción alguna con su objetivo, lo que significa que no puede haber objetos o unidades aliadas entre la posición de fuego y su objetivo.
Un arma que realiza fuego directo se expone a represalias por parte de su objetivo.
[2] En contraste con el fuego indirecto, el cual se refiere a disparar un proyectil en una trayectoria balística (en ángulo) o a entregar una carga explosiva propulsada por cohetes o misiles.
Como tal, se puede disparar sobre obstáculos y unidades aliadas, además de permitir la ocultación del arma para evitar el fuego contra-batería.
Ejemplos de armas que realizan fuego directo incluyen tanto armas antiguas como modernas, tales como arcos, pistolas, fusiles, ametralladoras y cañones sin retroceso.