Frontera seca

Se denomina frontera seca[1]​[2]​ o línea seca[3]​[4]​[5]​ al tramo en el cual una línea limítrofe entre dos jurisdicciones (ya sea de países, estados o entidades subnacionales)[6]​ circula sobre superficies no acuáticas, es decir, no discurre sobre un arroyo, río, lago, laguna ni ningún cuerpo marino.

Sin embargo este instrumento está muy extendido; por ejemplo, en Centroamérica representan el 37,38 % que la totalidad de los límites terrestres.

Un caso especial de frontera seca excepcional se presenta entre la Argentina y el Uruguay.

Esto en principio extinguiría la posibilidad de que se presente algún sector con frontera seca, sin embargo, el enclave argentino constituido por la isla Martín García (rodeado de aguas de Uruguay) debido a la sedimentación aluvional se ha fusionado con la isla uruguaya Timoteo Domínguez, por lo cual, en el año 1988 y mediante la firma de un acuerdo, ambos países se han visto obligados a trazar su única frontera seca, demarcando así el límite internacional entre esos territorios insulares contactados,[11]​ según se había ya dispuesto en el año 1973, por medio del Tratado del Río de la Plata, suscripto por ambos países.

En algunos casos se opta por realizar una integración entre ambas poblaciones, y apenas una calle oficia de formal límite internacional, tal es lo que ocurre entre la ciudad brasileña de Santana do Livramento y la uruguaya de Rivera[14]​[15]​ o entre la también brasileña Punta Porá y la paraguaya Pedro Juan Caballero.

Calle que separa las soberanías de Brasil y Uruguay en la conurbación desarrollada sobre el tramo de frontera seca que divide las ciudades respectivas de Santana do Livramento y Rivera .