Expulsado poco antes de terminar el instituto… Examen final cantonal en Zúrich.
Huida a Ginebra… 1 año (1919) internado en el centro psiquiátrico de Münsingen.
3 meses en Burghölzli (diagnósticos contradictorios, porque en Ginebra me habían calificado de esquizofrénico).
Desde enero de 1932 hasta julio del 32, en París como “escritor libre” (como se suele decir con buenas palabras).
Allí, Glauser golpeó a su profesor de latín porque lo había castigado.
Glauser acumuló deudas en los pueblos vecinos y fue obligado en 1913 a dejar la escuela.
Posteriormente se fue voluntariamente a Zúrich y terminó sus estudios de secundaria en la segunda convocatoria en el instituto Minerva.
En 1916, Glauser comenzó su carrera de Química pero ese mismo año lo dejó.
En 1921, huyó a casa de su padre en Mannheim, que le procuró el ingreso en la Legión extranjera francesa.
Allí siguieron once años que estuvieron marcados predominantemente por su enfermedad y sus constantes recaídas.
Sin embargo, no llegó a imprimirse ninguno de estos textos.
No encontró ningún editor para la recopilación de los poemas que Glauser reunió en 1920.
En sus últimos tres años de vida, Glauser escribió cinco novelas policíacas protagonizadas por el inspector Studer, un porfiado policía con entendimiento para con los descarriados.
La mejor novela negra de Glauser, El reino de Matto transcurre en un hospital psiquiátrico y «en ella se puede apreciar igual que en las demás novelas, que el autor se ha basado en experiencias personales.
Además, se han editado varias historias sobre el «inspector Studer» en forma de cómic, ilustradas por Hannes Binder.