El carácter del título varió con el tiempo, y pudo ser desde un reconocimiento honorífico hasta un cargo político o judicial de importancia.
El Consejo Áulico fue originariamente un órgano colegiado ejecutivo-judicial del Sacro Imperio Romano-Germánico.
Su nombre derivaba del término latino aula, que en latín medieval había perdido su antiguo significado de mansión o gran residencia privada para pasar a significar corte, tribunal o palacio.
El Consejo Áulico se originó al final de la Edad Media como un órgano consultivo financiado por el emperador.
El Consejo Áulico pervivió hasta la disolución del Sacro Imperio en 1806, desarrollando labores de árbitro judicial, tribunal supremo y, en menor medida, de consejo privado del emperador.