Con su conversión sintió una fuerte vocación hacia el sacerdocio, que persistió durante toda su vida, a pesar de resultar frustrada y nunca realizarse.
Esta obra revela que Rolfe tuvo un insólito entusiasta en la persona de Maundy Gregory.
En sus inicios escribió una buena cantidad de poesía sobre mártires niños y similares, idealista aunque sensiblera, y en ella y en su obra Toto stories ("Las historias de Toto") aparecen elementos pederastas, aunque sus jóvenes alumnos del momento remarcaron unánimemente en su edad adulta que nunca tuvo ni un indicio de relaciones inapropiadas con ellos.
Al madurar el propio Rolfe mostró preferencia sexual por los jovencitos.
[nota 2] En 1904, poco después de su ordenación como sacerdote católico, Robert Hugh Benson entabló una casta pero apasionada amistad con Rolfe.
Durante dos años su relación se mantuvo mediante cartas «no solo semanales, sino a veces diarias, y de carácter íntimo, y agotadoramente cargadas de emoción».
Todas las cartas fueron posteriormente destruidas, probablemente por el hermano de Benson.
Sus obras más importantes y trascendentes son historias y novelas en las que él mismo es el protagonista apenas disimulado: Rolfe escribió otras cuatro novelas: Don Tarquinio (1905), Don Renato (1909), The Weird of the Wanderer ("El raro de los nómadas", 1912) y Hubert’s Arthur (publicada póstumamente en 1935).
Estas obras se diferencias de sus novelas autobiográficas en dos aspectos: se sitúan en siglos anteriores y el protagonista no es el alter ego de Rolfe, aunque haya un alto grado de identificación, y en The Weird of the Wanderer el héroe, Nicholas Crabbe, aparezca como un viajero del tiempo que descubre que es Odiseo.
Su seminario, el Scots College, estaba bastante cerca del estudio de Plüschow en la calle Sardegna, cerca de via Veneto, y cuando Rolfe fue expulsado del seminario y quedó bajo el patrocinio de la duquesa Sforza Cesarini empezó a realizar fotografías imitando a von Gloeden y Plüschow.
Su obra fotográfica completa fue documentada en el libro The Photographs of Frederick Rolfe Baron Corvo 1860-1913, de Donald Rosenthal, que se publicó en 2008.
Rolfe nunca perdió su convicción de que había sido llamado para el sacerdocio.
Desde 1895 a 1899 vivió en Holywell, en el norte de Gales, donde pintó catorce carteles profesionales por encargo del párroco local Charles Sidney Beauclerk.
En los años 1950 y 1960 hubo un resurgimiento del interés en él que se conoció como ‘el renacimiento de Corvo’, que incluyó una exitosa adaptación teatral de Adriano VII en Londres.