[2] Sus principios se basan en el carácter iniciático; filantrópico, simbólico, filosófico, discreto, armónico, jerárquico, y humanista de su causa.
Su primer Gran Maestro habría sido el reconocido abogado Diego Bautista Urbaneja.
La francmasonería en Venezuela constituye una de las instituciones históricas más influyentes en el desarrollo político y social del país.
Con raíces que se remontan al siglo XVIII, su evolución ha estado íntimamente ligada a los procesos independentistas y de construcción republicana.
Entre 1811-1818 surgieron las primeras logias documentadas en Cumaná, Carúpano y Angostura, centros de conspiración independentista.