Francisco de Solís Osorio
Al volver a tomar el mando, la Audiencia de México le encargó seguir con la tarea y de concluir los censos de indígenas tributarios que se habían iniciado desde la administración anterior.[2] En esa época llegó a Yucatán la noticia de que los ingleses habían tomado Santo Domingo, lo que hizo que el gobernador redoblara la vigilancia en todo el litoral de la península e inclusive mando armar a los indígenas para que estos colaboraran en la defensa del territorio en caso de ser necesario.El gobernador reaccionó violentamente, dio con las cabecillas de la rebelión, los ejecutó sumariamente y puso sus cabezas en la picota pública para escarmiento de los indígenas.Después mandó decomisar todas las armas que se habían distribuido entre los mayas.Decidió entonces avecindarse definitivamente en Mérida, en donde se casó en segundas nupcias con Ana de Montejo con quien procreó larga descendencia.