Le enviaron a Italia, en auxilio del papa Pablo IV y recuperó el puerto de Ostia y el de otras plazas cercanas a Roma que habían caído en poder de los españoles.
Al parecer había concertado previamente una boda que había permanecido en secreto, pero ante la insistencia de su padre aceptó casarse con la princesa.
Participó en 1560 en los Estados Generales que se desarrollaron en Orleans.
En 1572, se entrevista con la Reina Isabel I de Inglaterra para que esta firme una alianza con Francia.
Deja la ciudad pocos días antes de la Masacre de San Bartolomé, dejando el camino expedito a los Guisa y a los asesinos.
En 1574, Carlos IX le permite regresar a la corte, pero el odio entre él y el duque de Guisa es tal que se ve obligado de nuevo a dejar la corte.